El Banco Central de Brasil aumentó la tasa de interés y se despegó de la decisión de tasas de la Fed. Por qué los analistas lo ven como un dato positivo y como puede impactar en los activos
Julián Yosovitch / 25 de Septiembre de 2024.
Ante una inflación persistente, el Banco Central de Brasil subió la tasa de interés la semana pasada. Se despegó de la decisión de tasas de la Fed.
Por qué los analistas ven a dicha suba de tasas de Brasil como un dato positivo y como puede impactar en los activos.
Suba de tasas en Brasil
El banco central de Brasil inició el miércoles pasado un ciclo de alzas de tasas de interés con un aumento de 25 puntos básicos.
Esta decisión fue en línea con lo esperado, a la vez que señaló que habrá más alzas para enfrentar un panorama inflacionario desafiante impulsado por una actividad económica más fuerte de lo proyectado.
El comité de fijación de tasas del banco, conocido como Copom, votó por unanimidad para elevar la tasa de interés de referencia Selic por primera vez en más de dos años a 10,75%, en línea con la mayoría de los pronósticos.
La reacción del mercado fue más bien negativa en la última semana.
Si bien el real se aprecia marginalmente, las acciones en la última semana caen 1,6% medido por el índice de acciones de Brasil (EWZ) en dólares.
Entre los papeles que más caen se encuentran Banco Bradesco, Banco Santander, Centrais Electricas, Banco do Brasil y Banco Itau, con mermas de 1% al 7%.
Del lado positivo, Vale, Embraer y SID Ciderurgica se destacan con ganancias de 1% al 5%
En un informe, el banco de inversión JP Morgan informó que las actas del Copom confirman el pensamiento «hawkish» en la decisión de enfriar la economía.
Los economistas del banco esperan dos subas de tasas adicionales de 50 puntos básicos en noviembre y diciembre y un incremento final de 25 puntos básicos en enero.
Distanciándose de la Fed
Con la suba de tasas, el banco central de Brasil se despega de la dinámica que se observa en la mayoría de los bancos centrales globales.
En particular, la Fed bajo la tasa, mientras que el Banco Central de Brasil la subió.
Además, la Fed no solo bajó la tasa, sino que lo hizo de una manera más agresiva de lo esperado, recortando 50 puntos básicos.
En otras palabras, mientras que la Reserva Federal de Estados Unidos inició su muy esperado ciclo de flexibilización, el banco central de Brasil comenzó a moverse en la otra dirección y dejó la puerta abierta a mayores alzas.
«El ritmo de los futuros ajustes de la tasa de interés y la magnitud total del ciclo que acaba de comenzar estarán determinados por el firme compromiso de alcanzar la meta de inflación y dependerán de la dinámica de la inflación», escribió Copom en su declaración de política.
Los analistas de Cohen indicaron que, a contramano de la Fed y en línea con las expectativas, el BCB elevó su tasa Selic en 25 pb hasta el 10,75% en su reunión de septiembre de 2024.
«La medida se alinea con el objetivo de hacer converger la inflación hacia la meta y, al mismo tiempo, suavizar las fluctuaciones económicas, considerando la resiliencia de la economía, las presiones del mercado laboral, la brecha de producción positiva y las proyecciones de inflación en aumento», detallaron.
Además, agregaron que, a nivel interno, los indicadores de actividad económica y del mercado laboral han sido más sólidos de lo esperado, lo que ha llevado a una reevaluación.
«La inflación para 2024 y 2025 se prevé alrededor del 4,4% y el 4,0%, respectivamente, mientras que la proyección para principios de 2026 se sitúa en 3,5%. Las autoridades mencionaron que los ajustes futuros de las tasas de interés dependerán de la dinámica de la inflación, las estimaciones, las expectativas y el equilibrio de riesgos», comentaron.
Las autoridades dijeron que el balance de riesgos inflacionarios ahora está inclinado al alza, lo que indica un mercado laboral más fuerte de lo esperado y un crecimiento robusto.
«El escenario, marcado por una actividad económica resiliente, presiones en el mercado laboral, una brecha de producción positiva, un aumento en las proyecciones de inflación y expectativas no ancladas, requiere una política monetaria más contractiva», escribieron.
Los analistas de Delphos Investments agregaron que la decisión del banco central de Brasil de subir la tasa, pero solo 25 puntos luce adecuada.
«Una suba de tasas de 50 puntos, con una baja de 50 puntos por parte de la Fed, hubiera sido excesiva. De los escenarios de aumento en el spread de 75 puntos, este es el mejor. La suba se apoya en un mercado laboral que se muestra mejor de lo esperado, así como una inflación, tanto general como subyacente, y las expectativas de la misma, también mayores a las esperadas, además de un tipo de cambio más devaluado que el deseado», explicaron desde Delphos.
Además, remarcaron que la decisión (unánime) de aumentar 25 bps parece positiva, en la medida en que da una señal de compromiso con las metas de inflación por parte del banco central, siendo la decisión que menor costo fiscal tiene.
Por esta razón, ven potencial en las acciones de Brasil.
«Creemos que este contexto será favorable para los activos brasileños, en particular para los que tienen mayor correlación con el tipo de cambio (más ITAU o AMBEV que VALE o Petrobras)».
Sin embargo, tambien remarcaron que «los mayores ganadores vendrán dados por el devenir de las tasas de interés de mercado, y si estas finalmente se reducen, tal como esperamos, se verán favorecidas las empresas con mayor apalancamiento financiero, que hoy se encuentran en la parte baja de la tabla de rendimientos en lo que va del año», dijeron.
Inlfación persistente
La inflación interanual de Brasil alcanzó el 4,24% en agosto.
El banco central elevó sus previsiones de inflación base al 4,3% para este año y al 3,7% para 2025, frente al 4,2% y el 3,6% anteriores.
Para el primer trimestre de 2026, considerado el horizonte relevante para la política monetaria, la proyección fue del 3,5%, frente al 3,4% anterior.
En los tres casos, las estimaciones están por encima de la meta del 3%, que tiene un margen de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales en ambos lados.
El banco central había mantenido su tasa de política estable en el 10,50% en junio y julio después de una serie de recortes desde el año pasado para reducirla desde un máximo de seis años del 13,75%.
Las expectativas de un aumento de tasas, el primero del banco desde agosto de 2022, se reafirmaron después de que la actividad del segundo trimestre superó significativamente las previsiones, impulsada por un mercado laboral sólido y el aumento de los salarios en la economía más grande de América Latina.
Sin embargo, las apuestas sobre una política más restrictiva se habían ido acumulando desde fines de julio, cuando las actas del banco central indicaron que los responsables de la política monetaria no dudarían en aumentar los costos de endeudamiento si fuera necesario en medio de crecientes riesgos al alza para la inflación.