La ola roja no llegó y Biden lo festejó como un triunfo.

folder_openUncategorized
commentNo hay comentarios

Los demócratas tuvieron unas «midterm» mucho más positivas de lo esperado y Biden salió bien parado

Finalmente, el tsunami rojo que iba a llegar a Estados Unidos durante las elecciones de medio término parece que solo fue una pequeña ola.

Contra todo pronóstico, a excepción del presidente Joe Biden, que siempre creyó que su partido haría una buena elección, los demócratas tuvieron unas «midterm» mucho más positivas de lo esperado, lo que podría permitirle encarar el futuro con otra perspectiva.

Como proyectaron la mayoría de las encuestadoras, el Partido Republicano obtendrá la mayoría en la Cámara de Representantes, aunque su triunfo se sintió más como una victoria pírrica.

Si bien los resultados finales no fueron confirmados, hasta ayer las proyecciones anticipaban que los republicanos obtendrían 219 escaños, uno más que los 218 necesarios para obtener la mayoría.

  • Sin embargo, teniendo en cuenta que antes de los comicios muchos de los sondeos afirmaban que el GOP (Grand Old Party) alcanzaría unos 229 escaños, la actual cifra deja un sabor con gusto a poco dentro del partido.

La contracara fue el buen desempeño de los demócratas, que perderían su actual mayoría de 222 legisladores, pero se quedarían con unos 216. Si tenemos en cuenta que históricamente el oficialismo pierde unos 29 escaños en las «midterm», los resultados son más que tranquilizadores para Biden.

Esto último cobra todavía más fuerza si se considera que, durante su presidencia, Donald Trump vio cómo los republicanos perdían 40 escaños en las elecciones intermedias de 2018, mientras que Barack Obama perdió más de 60 en las de 2010.

Igualmente, el triunfo les permitirá a los republicanos impulsar investigaciones contra Biden y su entorno, y frenar la agenda progresista del presidente, por lo que ya se da por sentado que la aprobación del derecho al aborto a nivel nacional está descartada.

Por otra parte, en lo que respecta al Senado, la situación es incluso mucho más reñida y realmente es una incógnita quién se quedará con la mayoría allí. Hasta ahora, cada partido tiene 50 senadores, aunque la mayoría le pertenece al oficialismo gracias al voto desempate de la vicepresidenta Kamala Harris. 

En este sentido, los demócratas dieron un importante paso para mantener su mayoría luego de que John Fetterman derrotara al republicano y candidato de Trump Mehmet Öz, dándole al partido un escaño que no estaba en los planes.

Así, son tres los estados que definirán qué partido obtiene la mayoría: Arizona, Nevada y Georgia, siendo este último el más determinante.

Esto se debe a que los republicanos necesitan ganar en dos de estos tres estados para obtener la mayoría en el Senado. Y, mientras que todo hace prever que se impondrán en Nevada, los demócratas tienen casi asegurado su triunfo en Arizona.

Entonces, Georgia, en donde el demócrata Raphael Warnock y el republicano Herschel Walker se encaminan a una segunda vuelta el 6 de diciembre, decidirá el futuro del Senado.

¿Qué explican los resultados?

En líneas generales, es la economía lo que ha inclinado la balanza en los comicios norteamericanos.

  • Por ello, con una inflación de más del 8%, la más alta en cuarenta años, muchos daban por sentado que el oficialismo sería derrotado. Incluso, muchos creían que esta tendencia ya se estaba viendo reflejada en la imagen positiva de Biden, la cual desde hace meses se mantiene en un pobre 40%.

Sin embargo, todo esto ha influido poco y nada en cómo se desenvolvieron las elecciones. La principal explicación sería el agotamiento de la estrategia republicana de polarizar las elecciones.

Históricamente, pese a sutiles diferencias, los republicanos y los demócratas han compartido ciertos valores en común. Pero esto llegó a su fin con la llegada de Trump al primero de estos dos partidos.

Aunque polarizar los comicios le dio grandes resultados tanto en 2016 como en 2020, implementar posturas cada vez más extremas, como criticar abiertamente el aborto o insistir con las teorías de fraude, ya no parece ser suficiente.

Además, no se debe restarle impacto a la inteligente estrategia de Biden de decir que en estos comicios estaba en juego la democracia, y a la polémica decisión de la Corte Suprema, que en junio revocó la protección constitucional del aborto, situaciones que pueden haber preocupado a los votantes más neutrales.

De todas formas, más allá de que se evitó una «catástrofe», una de las grandes cuestiones es si estos resultados podrían revitalizar a Biden de cara a las elecciones presidenciales de 2024, para las cuales ya ha confirmado que desea ir en busca de su reelección pese a que llegará a esa fecha con 82 años.

Este miércoles, un Biden envalentonado dijo que lo que ocurrió el martes «fue un buen día para la democracia. Y creo que fue un buen día para Estados Unidos (…) Mientras la prensa y los expertos predecían una gigantesca ola roja, no ocurrió».

Además, dijo que está «preparado para trabajar con mis colegas republicanos» y reafirmó que tiene la «intención de presentarse de nuevo» para un segundo mandato, pero que lo decidirá con seguridad «a principios del año que viene».

¿Peligra «Trump 2024»?

Uno de los más afectados por los resultados ha sido el expresidente Donald Trump, quien ahora no solo ve cómo peligra su liderazgo dentro del Partido Republicano, sino incluso una posible candidatura.

Se especulaba con que el magnate, que hará un «importante» anuncio el próximo 15 de noviembre, lanzaría su candidatura presidencial para 2024.

Sin embargo, las derrotas en el estado clave de Pensilvania de sus aliados Öz y Doug Mastriano, que aspiraba a convertirse en gobernador, han golpeado su imagen.

A esto se suma que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que en 2018 apenas ganó por unos 30.000 votos, el martes fue reelecto por más de un millón y medio de votos, lo que lo posiciona como uno de los referentes del partido y podría terminar de afianzarlo como uno de los candidatos para 2024.

Aborto y marihuana legal

Más allá de que será casi imposible que el aborto se consagre como un derecho a nivel nacional, tras la polémica decisión de la Corte Suprema de revocar un fallo judicial de 1973 que protegía ese derecho, varios estados realizaron referendos para decidir qué hacer con esa cuestión.

El martes, los estados de Michigan, California y Vermont votaron a favor de establecer la interrupción voluntaria del embarazo: en Michigan se aprobó invalidar una ley estatal de 1931 que establecía la prohibición del aborto, mientras que en California y Vermont se votó a favor de consagrar el derecho en sus constituciones estatales.

Por otra parte, en Kentucky se rechazó incorporar una enmienda para vedar el aborto en su constitución.

Respecto al uso recreativo de la marihuana, este tipo de proyectos fueron aprobados en Maryland y Missouri, pero rechazados en Arkansas, Dakota del Norte y Dakota del Sur.

Related Posts

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.
Tienes que aprobar los términos para continuar

keyboard_arrow_up