Reservas por el piso
El economista cercano a Sergio Massa comparó el escenario de 2014, cuando en el Gobierno de Cristina Kirchner efectuó una «devaluación administrada» con el actual
Los tres ejes que marcó Sergio Massa en los anuncios, tras asumir al frente de Economía, apuntaron a ahuyentar el fantasma de la devaluación. En concreto, confirmó la meta de reducción del déficit fiscal, para llevarlo al 2,5 % como se negoció con el FMI; anticipó mecanismos para recomponer las reservas del BCRA y descartó el desdoblamiento cambiario.
Frente a la presión subyacente de algunos sectores que impulsarn la devaluación del peso como solución a la debacle económica, Emanuel Álvarez Agis, director de la consultora PxQ, hizo un paralelismo entre los aspectos políticos – económicos actuales y los de 2014 para medir el costo que pagaría el Gobierno de Alberto Fernández si opta por esta salida para hacerle frente al desajuste de las principales variables de la economía.
El economista, cercano al nuevo Ministros de Economía se desempeñó como viceministro de la misma cartera entre 2013 y 2015 cuando ejecutó una «devaluación administrada», previo a las elecciones presidenciales de 2015.
En el plano político, Alvares Agis señaló que tanto en 2014 como en 2022 «existen desequilibrios económicos derivados a la procrastinación de algunas decisiones que obligan al Gobierno Nacional a encarnar políticas económicas condenadas hasta hace minutos«.
En lo económico, agregó, «un Banco Central que se queda sin reservas y una brecha que traba el normal desarrollo de la economía puede implicar que la devaluación sea la mejor decisión«.
A partir del análisis, dijo que el único dato que resulta «mejor» para encarar una devaluación del tipo de cambio oficial es la actividad económica. «Hoy la economía llega a la encrucijada actual creciendo (0,5 %), mientras que el salto devaluatorio de 2014 ocurre con una actividad que había caído -0,8% en el semestre previo a la devaluación», apuntó.
El número más «dramático» para el economista es «sin dudas» el nivel de reservas del BCRA. Mientras que la devaluación de enero de 2014 se hizo con reservas netas en torno a los u$s 18 billones, en junio de 2022 eran de u$s 5 billones, y actualmente rondan el billón de dólares, repasa el informe. En este punto, Álvarez Agis reflexionó sobre cómo estabilizaría el BCRA un mercado que, en principio, esperaría sin vender dólares a que el tipo de cambio alcance un nuevo equilibrio.
«¿Cuál es ese valor de equilibrio con una brecha mayor al 100%?», se preguntó el economista y aseguró que «tal vez el peor dato de esta comparación es el tipo de cambio real» ya que la devaluación de enero de 2014 tuvo lugar con un tipo de cambio real 26% más apreciado que el actual.
«El desequilibrio actual en el frente externo no tiene que ver con un tipo de cambio formal excesivamente apreciado, sino con un tipo de cambio paralelo demasiado depreciado«, afirmó y simuló los resultados de una devaluación «discreta» de 50%, hoy.
ESCENARIO DE DEVALUACIÓN
En este sentido, fue contundente, al señalar que sería «catastrófico» para los objetivos políticos del Frente de Todos en 2023 ya que «la situación de 2022 no se asimila a 2014» y, principalmente el régimen inflacionario actual varía no sólo cuantitativa, sino cualitativamente.
En el caso que el Gobierno cuente con el poder político para imponer anclas nominales en aspectos centrales como gasto público, tasa de interés y salarios, luego de la devaluación, esas variables darían lugar a la recesión, según el analista. Sin embargo, advirtió que «llegar a las elecciones con recesión e inflación acumulada de 113% no parece ser la mejor estrategia«.
Como contrapartida, el economista apunta a la efectividad del nuevo Ministro para reforzar las reservas, con lo que «la alternativa de la corrección del tipo de cambio se descartará». Por lo contrario, el relevamiento permite deducir que si no se logra fortalecer la posición del Central, el resultado será adverso para el oficialismo.
«Sin embargo, dada la dinámica nominal que la economía puede adquirir luego de un salto del tipo de cambio oficial implica que solo llegar a ese resultado sea un desafío mayúsculo«, concluyó.