Pronto, los dólares soja acumulados en el Banco Central se habrán evaporado y Argentina se quedará con más pesos y la misma cantidad de reservas
Finamente pasó lo que se sabía que iba a pasar. El dólar soja iba a ser un “éxito” y la plaza se iba a “inundar”, no de dólares, sino de pesos.
Hasta la semana pasada, último dato publicado por el Banco Central, las reservas netas (entrada de dólares-soja menos salida por importaciones) habían aumentado en US$ 1.500 millones. En tan solo 2 semanas las reservas del Banco Central pasaron de US$ 36.500 millones, que es cuando comienza el dólar soja, a US$ 38.000 millones. No se puede negar que es un “éxito”.
En el mismo período, o sea en 2 semanas, las Leliq y pases saltaron de $7 billones a $8 billones. Este es el costo del “éxito”.
De todas formas, la pregunta que uno puede hacerse es: ¿qué importa que estén subiendo las Leliq si total ya son un montón y lo importante es juntar dólares en el Banco Central?
Bueno, sí importa.
Porque para absorber semejante emisión monetaria con Leliq y pases, el Banco Central tuvo que subir, la semana pasada, las tasas que paga por las Leliq de 97% a 107% anual.
Esto hizo que la tasa de interés de mercado de los bancos hacia sus clientes para financiar capital de trabajo se colocara en el 100%.
Tener un sistema productivo que financia su capital de trabajo al 100% no parece un escenario productivamente sostenible. Esto está denotando una dinámica inflacionaria creciente.
Esto se observa también con la inflación interanual. Se pone el foco en el 7% mensual de agosto. Pero se pierde la perspectiva de que la medición interanual dio 78%, cuando en enero de este año era 50% y en junio (último mes del exministro Martín Guzmán) era del 64%.
O sea, la vorágine inflacionaria toma una velocidad que hace que junio ya parezca lejos, y, lo más importante, hasta parece un escenario deseable, cuando el exministro tuvo que irse debilitado por la “profundidad” de la crisis.
¿Cómo sigue la inflación en lo que resta del año?
Si la inflación mensual oscila en 6,5%, que hasta sería un pequeño enfriamiento respecto a agosto (7,4%) y setiembre (7%), la inflación interanual en diciembre 2022 será del 100%.
Además, los datos señalan que la inflación va a seguir subiendo. Porque la emisión tomó vida propia debido a los intereses de las Leliq y a la emisión de los dólares soja.
Desde el 11 de julio (o sea, cuando estaba Silvina Batakis) que el Banco Central no le envía un solo peso al Tesoro nacional. En este sentido, el ministro Sergio Massa viene cumpliendo con su anuncio inaugural donde dijo que se iban a frenar las transferencias del Banco Central al Tesoro.
Pero desde el 11 de julio que los intereses que paga el Banco Central por sus pasivos remunerados (Leliq y pases) sumaron $700.000 millones de emisión. Sobre esta emisión monetaria autónoma de los intereses de las Leliq, se suma la emisión monetaria que producen los dólares soja.
Lo más grave es que el “éxito” del dólar soja es efímero. Porque en algún momento va a haber que usar los dólares-soja acumulados en el Banco Central para pagar importaciones. Ciertamente que esto va a sacar emisión monetaria (porque el Banco Central cuando vende dólares absorbe pesos) pero no tantos pesos como los que meten los intereses de las Leliq y el dólar soja.
Ergo, en algún momento del último trimestre del año los dólares soja acumulados en el Banco Central, que generaron entusiasmo mientras entraban, se habrán evaporado y la Argentina se quedará con más pesos y la misma cantidad de reservas en el Banco Central.
…y los pesos creciendo por los intereses de las Leliq.
Un último detalle.
En la última licitación de letras del Tesoro que se hizo la semana pasada, la tasa de interés que el mercado le pidió al Tesoro para refinanciar hasta el 31 de enero del 2023 unos $220.000 millones (no mucho) fue de 123% anual.
¿Se podrá mantener la promesa del Tesoro de no pedirle emisión al Banco Central?