Dólares paralelos rondan su piso pero la brecha podría comprimir algo más, según analistas.

folder_openUncategorized
commentNo hay comentarios

Acumulan fuertes caídas desde fines de enero. El ingreso estacional de divisas podría extender la calma hasta mitad de año. Cómo juegan las metas del acuerdo con el FMI y la suba de tasas.

Por Carolina Paparatto

La cotización del dólar blue cerró la semana pasada en $195, su valor más bajo desde octubre. Lo hizo tras sumar otra semana en retroceso que dio continuidad a la tendencia a la baja que comenzó a finales de enero, cuando tocó el récord de $223, previo a conocerse el entendimiento con el Fondo Monetario Internacional.

Tuvieron movimientos similares los tipos de cambio financieros, que encontraron estabilidad en los $190 desde hace varias jornadas. El dólar MEP perdió $33, tras haber tocado máximos a fines de enero, y el CCL perdió más de $43 en el mismo período. La calma cambiaria sorprende en un contexto de aceleración inflacionaria. El IPC acumuló 16% de suba en el primer trimestre, lo que refleja una importante apreciación de las cotizaciones cambiarias paralelas.

 

Rubén Ullúa, analista financiero, señaló que estas distintas variantes del dólar estarían en un nivel piso, aunque sostuvo que la brecha cambiaria podría recortar un poco más en la medida en que avance el ritmo de crawling peg del tipo de cambio oficial.

“El dólar blue está acompañando el comportamiento del MEP y del CCL, y los tres mercados están encontrando en la franja de $190 y $195 el rango de estabilidad. Eso hace una brecha entre el 70% y 72% con respecto al oficial y es razonable en la medida que tengamos cepo cambiario y las diferentes restricciones de acceso al dólar. En consecuencia, no creo que haya una disminución mayor de los dólares paralelos, pero sí puede haber una disminución de la brecha si se acelera la suba del dólar oficial”, apuntó Ullúa.

Uno de los principales factores que explica la estabilidad es la elevada liquidación de las exportaciones que ocurre en esta parte del año: la abundancia estacional de dólares le quita presión a las expectativas devaluatorias. Por caso, el agro liquidó u$s2.984 millones en marzo (el mejor registro de los últimos 20 años), y acumuló u$s7.926 millones en el primer trimestre, según datos de CIARA.

En este sentido, Sergio Chouza, director de la consultora Sarandí, explicó que “la mayor disponibilidad de dólares en la plaza formal, genera un alivio en los dólares financieros que son los que, en última instancia, arbitran al blue, por lo que uno tiende a pensar que por lo que resta del segundo trimestre del año, no debería haber presiones alcistas”. Asimismo, Ullua señaló que “la liquidación de las exportaciones trae calma por la mayor disponibilidad de dólares, por lo que creo que la estabilidad se va a sostener durante el primer semestre”.

Otro factor clave es el acuerdo con el FMI. Tras el principio de acuerdo, anunciado a fines de enero, se produjo un alivio. El mercado profundizó la tendencia con la formalización del nuevo programa, que incluyó metas de recorto del déficit fiscal y de la emisión monetaria, y de acumulación de reservas netas.

En esta línea, Ullúa señaló que “mientras se sigan los lineamientos planteados con el Fondo y que el mercado observe esos cumplimientos, eso va a contener el precio de las cotizaciones paralelas y la posibilidad de una nueva amplitud de la brecha”.

Por su parte, Chouza consideró: “Las presiones sobre el dólar van a verse influenciadas según cómo vengamos con el cumplimiento de las metas con el Fondo. Si se observa que el objetivo está lejos de cumplirse, si se evalúa la posibilidad de pedir un waiver o si se llega con cierto margen. Ese factor, que es más macroeconómico y de expectativas me parece que en los próximos meses y más cerca a fin de año va a empezar a cuadrar”.

En sintonía con lo acordado con el Fondo, otro factor que influye sobre la estabilidad de los dólares paralelos son los cuatro incrementos en la tasa de referencia que el Banco Central llevó a cabo a lo largo de 2022. El miércoles la elevó hasta el 47% nominal anual, tras conocerse el IPC de marzo. “La suba de tasas produce una contención sobre la demanda de los dólares financieros, y ayuda a frenar la corriente hacia el dólar blue. Y eso permite, por lo menos por unos meses, un dólar más tranquilo”, aseguró Ullúa.

Sin embargo, advirtió: “Con una inflación tan alta como la actual, puede generar un estado de desconfianza generalizado, ya que la suba de tasas termina conteniendo la depreciación del tipo de cambio. Eso puede llevar la tendencia hacia el dólar nuevamente. Por eso es difícil que haya bajas mayores en las cotizaciones paralelas”.

Related Posts

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.
Tienes que aprobar los términos para continuar

keyboard_arrow_up